jueves, 23 de febrero de 2012

LA TIERRA DE JAUJA

 
El Gobierno de Navarra ha presentado un “paquete de medidas” para impulsar la contratación. "Son cinco medidas concretas de estímulo a la contratación” que nos van a costar 12 millones de euros (a la hora de valorar las cifras económicas el lector debe considerar la población de Navarra -640.000 personas-).

Las medidas que ahora adopta el Gobierno de la Tierra de Jauja en materia de contratación laboral van en línea con las de Rajoy (subvenciones y bonificaciones al empresariado) pero superando sus cuantías.

Para empezar una subvención del 100% (con un tope de 4.800 euros) de la Seguridad Social por cada nuevo contrato en empresas de menos de 25 trabajadores. Los nuevos trabajadores tendrán que ser menores de 30 años o mayores de 45 o parados de larga duración, o sea, prácticamente cualquier, porque ¿quién no entra en uno de esos tres grupos? Por lo menos se exigirá que el contrato suponga aumento de la plantilla y se mantenga durante tres años. Los empresarios que no quieran contratar nuevos trabajadores también podrán recibir ayudas del 100% del coste de la Seguridad Social transformando contratos eventuales en indefinidos.

Además, deducción fiscal de 4.200 euros por cada contrato indefinido. El único requisito es que aumente la plantilla. La duda es si la deducción se aplicara a todos los contratos nuevos, por ejemplo si una empresa que despidiera diez trabajadores veteranos (con sus pluses, antigüedad…) y contratara once novatos contaría con esa deducción fiscal por cada uno de los once nuevos contratos indefinidos o sólo por el saldo positivo de contratos (uno en este caso). Por supuesto, pasado el ejercicio de la deducción fiscal al trabajador se le podría despedir con una indemnización de 33 días por año trabajado, es decir 33 días. Pero esto ya no se lo deben agradecer los empresarios al Gobierno de la Tierra de Jauja sino a Rajoy. Nuevamente quien no quiera contratar nuevos trabajadores podrá beneficiarse de una deducción fiscal (algo menor) 1.500 euros por la conversión de contrato eventual en fijo y 2.000 si la empresa factura menos de 10 millones anuales. En este caso no hace falta incrementar la plantilla, basta con mantenerla.

Para la creación de nuevas empresas se financia el 50% de la inversión (con un tope de 15.000) euros. Vamos que quien se dé de alta en autónomos podrá obtener hasta 15.000, si él aporta otra tanto. Sin necesidad de contratar a nadie. El coste para la Hacienda de la Tierra de Jauja de cada uno de estos empleos sería de 15.000.

No se vayan, que aún hay más. Trabajadores gratis para el empresariado. El Gobierno de la Tierra de Jauja corre con el coste de su salario (el empresario deberá pagar la SS ). El empresario que quiera un trabajador gratis tendrá que contratar a un perceptor de Renta de Inserción Social (antigua Renta Básica) y el gobierno le aportará el importe de la prestación a la que tenía derecho el antes perceptor y ahora empleado. El importe de la Renta de Inserción Social es 641 euros mensuales, así que calculen lo que pagará de Seguridad Social el empresario. Eso sí, si el sueldo del puesto para el que se le contrato fuera de 1.282 euros mensuales al trabajador sólo se le contrataría a tiempo parcial (media jornada). Este tipo de contratos exige un incremento en la plantilla durante los seis meses que duré el mismo.

Para finalizar, 4 de esos 12 millones anunciados se destinarán a formación. Se pretende tener entretenidos a 4.600 desempleados. Se contempla que la mitad de los formadores serán nuevos contratados. Hasta 110 puestos de formador. Es de suponer que no serán ni ha jornada completa ni durante todo el periodo de vigencia del programa de formación. Vamos que a un formador se le podría contratar para un curso de 100 horas lectivas. Y ese es uno de 110 puestos.




 
 
 
 
 
 








martes, 21 de febrero de 2012

Valencia, febrero de 2012

            Una vez más decenas de manifestantes han golpeado con sus cabezas a las porras de la policía. También han utilizado sus costillas y riñones para pegar a los agentes en sus botas reglamentarias. Algo así, ha dicho el jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana, Antonio Moreno.
            Este Jefe de Policía se ha mostrado sorprendido por el comportamiento “incívico” de los menores de “14 y 15 años” y ha rechazado señalar el número de efectivos que está interviniendo porque “no es prudente revelarle al enemigo cuáles son mis fuerzas”. Se desconoce si el enemigo del señor Moreno son los niños de 14 y 15 años o los periodistas que le formularon la pregunta.
            Afirma, el responsable de la actuación policial, que “hay que preservar los derechos de los ciudadanos y de los agentes que actúan en legítima defensa para protegerse”. En realidad, y ahora basta de ironías, los ciudadanos no están “en el mismo lado de la barricada” que los agentes. Ciudadanos y ciudadanas son los manifestantes que han sufrido la carga policial. En realidad, las manifestaciones y las concentraciones son un derecho ciudadano que no requiere autorización administrativa, tan sólo una comunicación previa.
            Hace falta cinismo para decir que “la Policía está obligada a mantener la legalidad y ha intentado mantener la paz”. Agentes antidisturbios cargando violenta e indiscriminadamente contra la ciudadanía es el concepto que tiene de paz que tiene este jefe de policía. Sin duda conoce los conceptos pax romana, paz de los cementerios… Y del cinismo a la burla, porque burla y no otra cosa es decir que “en este país, es la autoridad judicial la que valora la proporcionalidad y la necesidad del empleo de la fuerza” cuando nunca se ha condenado la represión policial (incluso con resultado de muerte como en marzo de 1976 cuando mataron a cinco obreros en Vitoria-Gasteiz). Por cierto, que un médico de urgencias ha declarado que agentes, porra en mano, se llevaron partes de lesiones (con datos personales) para impedir las denuncias contra la policía.
            En fin, es el habitual recurso a la represión policial y la impúdica defensa de su acción.

lunes, 20 de febrero de 2012

Carta abierta a Cospedal

            Señora Mª Dolores de Cospedal:

            Me permito hacerle unas aclaraciones motivadas por sus recientes declaraciones en defensa de la reforma laboral que el gobierno de su partido ha pergeñado.

            Es más que pretencioso afirmar que el país les respalda, porque han ganado unas elecciones recientemente. La reforma laboral no tiene el apoyo de todo su electorado y sin duda tiene el rechazo de quien no les votó. Me permito afirmar que no tiene el apoyo de su electorado porque en su programa no se recogían muchas de las modificaciones que contiene esta reforma, como tampoco incluía una subida del IRPF, más aún la posibilidad de una subida del IRPF fue expresamente negada por el cabeza de lista de Madrid y actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por lo que se puede afirmar que mintió en la campaña electoral.

            Por otra parte, decir que esta reforma se hace “para ayudar a más de cinco millones de personas que en nuestro país no pueden trabajar” es una tremenda irresponsabilidad. Enfrenta a las personas desempleadas con las personas trabajadoras en activo. Pero las enfrenta usted, porque la reforma no creará empleo.

            La reforma facilita y abarata el despido de quienes ahora están trabajando, pero quienes les sustituyan lo harán en unas condiciones que difícilmente les permitirá ganarse la vida. Las personas jóvenes que consigan acceder a un puesto de trabajo (puesto de trabajo del que previamente habrá sido despedida por poco dinero una veterana –este es el conocido efecto sustitución-), más pronto que tarde, serán despedidas (ese despido podrá llegar incluso antes de un año, que es el periodo de prueba en el cual despedir además de libre será gratis). En la medida que este nuevo ordenamiento se consolide la vida laboral de trabajadores y trabajadoras sufrirá un efecto Guadiana, con una interminable sucesión de contratos y despidos que les hará la supervivencia imposible al combinar periodos de trabajo mal pagados con temporadas de desempleo sin cobertura, para concluir sin poder acceder a una pensión de jubilación dado el reciente alargamiento del periodo de cotización para generar derecho a una pensión.

            En fin que para terminar con esa “terrible dualidad” que había en el mundo laboral con trabajadores fijos con antigüedad y “blindados” por una indemnización legal de 45 días por año trabajado y un tope de 42 mensualidades, y los jóvenes que no pueden acceder al mercado laboral y cuando acceden pueden ser despedidos por poco dinero; no hacía falta rebajar la indemnización por despido improcedente a 33 días por año trabajado con tope de 24 mensualidades. Bastaba con haber generalizado la indemnización de 45 días por año trabajado igualando a todos “por arriba”. Y es que el objetivo de esta reforma no es favorecer a jóvenes y desempleados frente a mayores y empleados, sino favorecer al empresariado a costa de las personas trabajadoras.

jueves, 16 de febrero de 2012

TRES CONTRATACIONES Y UN DESPIDO


José Vicente tiene 56 años, mujer y dos hijos y un trabajo fijo en una empresa del metal. “Con la que está cayendo”, se considera un privilegiado. Pero José Vicente va a ser despedido y no lo sabe. Ni lo sabe, ni lo sospecha. Su empresa no va mal, desde que empezó la crisis no han despedido a nadie. Es verdad que dejaron de renovar a unos cuantos eventuales, pero ya se sabe: mientras eres eventual no puedes estar seguro de que te vayan a renovar, hay que meter horas extras y por supuesto no hacer huelga, nunca.
José Vicente sabe que hay crisis y que no se contrata a ni dios. Que se lo digan a él, que tiene a sus dos chavales en casa, desesperados. Con sus carreras, incluso inglés aprendieron, y no hay forma. Carlos, 26 años, trabajó un año en la fábrica, en la cadena, siendo ingeniero. Se compró un coche, estaba contento, pensaba que con su título, podría promocionar: jefe de equipo, jefe de turno, mando medio. No le renovaron.  Virginia tiene 23 años y no se desanima por nada, habrá gastado un paquete de folios imprimiendo el currículum. Nada. No quería ser funcionaria, ahora daría igual que quisiera, ya no se convocan plazas de nada. 
José Vicente confía en que la reforma laboral del PP pueda abrirles las puertas del mercado laboral a sus hijos. Cobrarán poco, ya se sabe: los comienzos son difíciles. 
Dicen que la reforma rebaja la indemnización por despido de 45 días por año trabajado a 33. José Vicente lleva… da igual los que lleve porque los 45 días por año trabajado tienen un tope de 42 mensualidades y porque a él no se le ha pasado por la cabeza que fueran a despedirle.
El despido no es la única sorpresa que espera a José Vicente. Porque no van a ponerle encima de la mesa una indemnización ni de 45 ni de 33 días por año trabajado sino de 20 porque esa es la indemnización para los despidos procedentes. Como lo va a ser el suyo, porque su empresa a acreditar tres trimestres consecutivos de bajada en las ventas, de bajada en las ventas, no de pérdidas.
José Vicente aún no lo sabe pero se va a afiliar a la UGT, él que nunca quiso afiliarse y era el último en parar cuando una asamblea decidía un paro. Si lo decidía la asamblea él paraba, que no era un esquirol, pero ni un paro se había hecho con su voto a favor. Tampoco sabe José Vicente que de nada le va a servir afiliarse porque el despido va a resultar procedente en el juicio.
 José Vicente confía en que la reforma laboral del PP pueda abrirles las puertas del mercado laboral a sus hijos. Cobrarán poco, ya se sabe: los comienzos son difíciles.
Carlos va a encontrar trabajo. Aún no lo sabe, pero la semana que viene lo van a contratar. El destino no va a ser tan irónico como para que ocupe el puesto de su padre. A Carlos le va a contratar una PYME, le van a pedir inglés, no hay problema él tiene un título y una estancia de un año en Irlanda. También le pedirán una ingeniería, no la suya, cualquiera les vale. Ahora no lo sabe, pero su contratación tendrá una bonificación a la Seguridad Social de 3.600 euros durante tres años. Tampoco sabe que su empresario está más interesado en la deducción fiscal de 3.000 euros que le reportará su contratación que en su trabajo. Lo peor de todo es que el trabajo sólo le va a durar 11 meses, no superará el período de prueba de un año. ¿Cómo puede necesitar alguien 11 meses para darse cuenta de que no vales? más aún, ¿cómo puedes estar 11 meses ocupando un puesto para el que no vales?
            Uno de los 500 currículum vitaes que ha enviado Virginia le va a proporcionar una entrevista de trabajo: Que cuántos años tienes, que si tienes novio, que si para ti es más importante la familia o el trabajo, que si tienes disposición para trabajar después de la jornada. Al final, el entrevistador, después de decirle que “le ha caído muy bien” le va a ofrecer un contrato para la form ación y el aprendizaje: “Has tenido suerte, como eres jovencita podrás estar tres años contratada antes de cumplir los 30. Cobrarás sólo 6 horas porque las otras dos son de formación, la formación la impartimos nosotros mismos en la oficina”. El empleador de Virginia, como el de su hermano, tendrá una reducción en la cotización a la Seguridad Social del 75%.
            Con todo, la mayor humillación va a ser para la mujer de José Vicente. Ha respondido a un anuncio “se busca señora española para el cuidado de un señor impedido”. La ley obliga a contratar a las empleadas de hogar y darles de alta en la Seguridad Social y ahora que José Vicente se ha quedado sin trabajo… La hija del anciano no le ha preguntado ni su nombre: Tiene que levantar al señor, lavarlo, vestirlo, darle el desayuno y sentarlo en la butaca con el periódico, la jornada es de nueve a diez y media de lunes a viernes, el sueldo: “como ya debe saber son 641,40 euros brutos al mes, 40 horas semanales naturalmente, usted trabajará siete horas y media semanales…”









viernes, 10 de febrero de 2012

Garzón el Campeador

El juez Baltasar Garzón ha sido condenado por prevaricación. La sentencia del Tribunal Supremo se ha tomado por unanimidad, sin votos particulares. No se si la Justicia es víctima con está sentencia o era con la práctica de las escuchas ordenadas por Garzón con lo que se resentía.
No conozco el sumario, ni la sentencia, tan sólo (el fallo). No se si su conducta tenía amparo legal o jurisprudencial o en su vanidad y egolatría se consideraba facultado para actuar al margen de la ley y por encima de  los derechos de los imputados. Lamentablemente, esta condena no se queda en la inhabilitación de Garzón para once años (que prácticamente será definitiva). Me temo que, de rebote, a algún que otro imputado en la trama Gürtel le posibilitará la absolución. 
Tiene Garzón otros dos procesos pendientes. Uno por investigar a los responsables de la desaparición de miles de antifranquistas al finalizar la guerra civil. El otro por el supuesto cobro indebido en la organización de unos cursos en cierta universidad estadounidense y de cierto banco español. Me da que el primero le puede suponer otra condena que, junto con la que hoy monopoliza a la prensa, le convertiría en un moderno Dreyfus. Con la ciudadanía dividida entre partidarios y detractores, le vale más la condena que la absolución. Deja la judicatura en olor de multitudes y con el prestigio de ser un represaliado por los franquistas camuflados en la democracia. El juez que se atrevió con las dictaduras latinoamericanas, el azote infatigable de “la ETA” y del narcotráfico caído en la batalla.
Para Garzón el futuro no pinta mal. Hoy protagonista de todas las portadas, mañana recurriendo al Constitucional y pasado, tal vez, preparando un libro de memorias que se convertirá en un best-seller. Con su currículum no le será difícil ganarse el currusco, siempre podrá encontrar acomodo en un Secretaria de Estado o impartiendo conferencias por universidades españolas o estadounidenses.  Si fuera absuelto de la última de sus causas abiertas, la de los supuestos cobros indebidos por los cursos en EEUU. Lograría una victoria "póstuma", al estilo del Cid Campeador que ganaba batallas después de muerto. Expulsado de la judicatura, derrotado en una lucha desigual contra un poder político que ampara a los corruptos, admirado en Argentina y Chile por el enjuiciamiento de sus dictadores, y libre de toda sospecha de avaricia o corrupción. Hay derrotas que valen más que una victoria y condenas más llevaderas que una absolución.

viernes, 3 de febrero de 2012

LA INTOXICACIÓN PERMANENTE

            Esta mañana en el programa Hoy por hoy, de la Cadena Ser, había una tertulia de actualidad, de esas que proliferan por todas las radios y televisiones. Hablaban, cómo no, de la crisis, del paro, de la reforma financiera. Como digo las tertulias proliferan, te acosan, mueves el dial y aparece otra. Son parecidas, dicen lo mismo, a menudo intervienen las mismas personas en distintos programas o son habituales de uno mismo. Así que no prestas mucha atención. Son tertulias que más que escucharlas las oyes, como ruido de fondo. Pero está mañana una tertuliana (no he podido enterarme de su nombre), en un momento dado, hace dos aseveraciones que no puede dejar de considerar falaces y malintencionadas.
            Por una parte en relación con el paro y la bajada de cotizantes a la Seguridad Social, que es preocupante, afirma que hay sólo dos personas “entre los cuales me incluyo” para mantener a cada una de clases pasivas “pensionistas, funcionarios…” Independiente de cual sea la proporción en estos momentos, lo que no se puede hacer es incluir a los funcionarios como clases pasivas, como si no trabajaran, como si no cotizaran a la Seguridad Social. Señora mía, los funcionarios no son clases pasivas cobran su salario y cotizan a la Seguridad Social. Y usted lo sabe.
            La otra cuestión estaba relacionada con la “necesaria reforma del sistema financiero”, la previsible reducción del número de entidades (fusiones y absorciones) que se están llevando a cabo y sobre todo las que vendrán, que traerán consigo una reducción de personal en el sector. Del orden de 40 ó 50.000 personas en todo el estado. Alguien plantea “y ¿nos lo podemos permitir?, tal y como está las cifras del paro ¿podemos mandar al paro a otras 50.000 personas?” y la respuesta es que lo que no podemos permitirnos es mantenerlos en sus puestos. Vamos a ver, ¿es que los empleos en la banca están subvencionados para decir que los mantenemos entre todos? Me parece a mí que un trabajador cobra su salario porque se lo gana, porque produce para su empresa y esta obtiene una rentabilidad y desde luego mientras esta tenga beneficios, y el sector bancario los tiene, no se puede pensar que ese trabajador sea una carga para la misma. Pretender que sobran 50.000 empleados en el sector supone que creer que se puede ser mucho más eficiente y tener si no el mismo volumen de negocio, algo menos pero con mayor beneficio en base a una reducción de gastos fijos. Si esto fuera así, los bancos podrían aumentar beneficios, pero desde luego sería entonces, y no ahora, cuando de alguna manera podríamos hablar de que el país está manteniendo a todas esas personas. Otras 50.000 cobrando del INEM y no de las empresas a las que hasta el día anterior han estado haciendo ganar dinero. Vamos que esta señora considera más gravoso que a esas 50.000 personas les paguen sus empresas a que lo haga el INEM.
            Así es como, día a día, la gente va asimilando que los funcionarios son una carga para el estado y, en última instancia, para todos y cada uno de nosotros y nosotras, Y como la gente va asumiendo la necesidad de una reforma financiera que haga más fuerte a los bancos y que pagamos todos con ayudas públicas.