jueves, 24 de octubre de 2013

DONAPEA

            El Centro Integrado Politécnico Donapea lleva más de 30 años en su actual emplazamiento, a las afueras de la ciudad y rodeado por el campus de la universidad privada del Opus Dei.

             El Opus Dei quería eliminar esa pequeña laguna en su inmenso campus y para ello alcanzó un acuerdo no sabe muy bien con quién ¿el gobierno, UPN, PSN? Según parece el gobierno cedería esa parcela pública a cambio de una irrisoria cantidad económica y el Opus Dei construiría tres centros de investigación. El señuelo para la opinión pública: esos tres centros de investigación supondrían 395 empleos en diez años. La justificación de “nuestros representantes”: las instalaciones del CIP Donapea son viejas y pequeñas y se construirá un campus de Formación Profesional para alojar al actual CIP Donapea y a la Escuela Sanitaria.

            Lo cierto es que pretendían ceder, a cambio de una miseria, la parcela al Opus Dei y planteaban construir un “campus” de FP en el antiguo Centro San José (una pequeña parcela en zona urbana, saturada de tráfico) que costaría tres o cuatro veces más de lo que recibiría por el CIP Donapea.

            El chanchullo es escandaloso. El profesorado del CIP Donapea lo ha rechazado desde el primer momento, y el alumnado también. No necesitan ir a ningún sitio, su centro está bien (todo es susceptible de mejorarse), la alternativa que se propone es ruinosa para las arcas públicas y esconde un pelotazo del Opus. La movilización social y el hecho de que el Gobierno de Navarra no disponga de una mayoría parlamentaria que lo sostenga han puesto en peligro el PSIS (plan sectorial de incidencia supramunicipal) que sustentaba la operación y el rector de la Universidad de Navarra, Alfonso Sánchez-Tabernero ha hecho pública hoy la decisión de rescindir el convenio sobre el proyecto Donapea.

            Durante meses tanto el Gobierno de Navarra como la propia Universidad nos han estado diciendo que los acuerdos están para ser cumplidos y ahora, con una flema admirable renuncian para “contribuir a la recuperación de la concordia, que es el contexto adecuado para impulsar cualquier proyecto en el ámbito de la educación y la investigación".
 
            Me alegro, me alegro de la rescisión, porque de momento salva al CIP Donapea. Y digo de momento porque no creo que el Opus desista de su objetivo, de hecho ya dice que es para “recuperar la concordia” que requiere cualquier proyecto…  Pero además, quiero hacer una reflexión sobre esa rescisión.

            Cada vez que una administración pública tiene que rescindir un contrato paga cuantiosas indemnizaciones (el estado tendrá que indemnizar a la empresa del proyecto Castor si finalmente se paraliza, aún cuando los terremotos en Tarragona sean causados por la actividad del proyecto; el Departamento de Salud tendría que indemnizar a Mediterránea de Catering si rescindiese la adjudicación a pesar del pésimo servicio que prestan) y evitar pagarlas es un argumento para mantener el acuerdo, nefasto para los intereses públicos, que se cuestiona. Sin embargo ahora, va el Opus Dei y, unilateralmente, decide la rescisión de ese acuerdo que tan discretamente firmaron y eso no conlleva indemnización alguna. Parafraseando el latiguillo de los casinos “el Opus siempre gana”.

           

           

jueves, 10 de octubre de 2013

ALGO HAY QUE HACER

            “Algo hay que hacer”. Es el mensaje-fuerza que tratan de transmitirnos desde el Ministerio de Educación para que nos traguemos su Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Esgrimen el Informe Pisa según los cuales los resultados del sistema educativo son muy malos y en consecuencia algo hay que hacer. Esa conclusión que parece de sentido común y probablemente sea el primer pensamiento que le acuda a la cabeza a cualquiera que le mencionen los análisis comparativos sobre los resultados de los sistemas educativos de cada país, deja de ser razonable cuando lo argumenta un gobierno que ya ha preparado un proyecto de ley que pretende reformar el sistema educativo.

            Ese gobierno no puede decir “ALGO hay que hacer” ese gobierno debería decir: ”ESTO es lo que no hay que hacer”. Pero que el Ministerio y el partido en cuya mayoría se sustenta digan “algo hay que hacer” y que la oposición, amplia y diversa (oposición parlamentaria, comunidad educativa –profesorado y familias-, incluso gobiernos autonómicos), no ha presentado propuestas alternativas de lo cual se deduce que quieren que el sistema siga tan mal como hasta ahora, es cobarde por no presentar y defender su propia iniciativa y falaz por pretender que no han presentado propuestas cuando con su mayoría absoluta y absolutista están dispuestos a arrasar cualquier iniciativa ajena.

            Hoy se ha debatido en el Congreso de los Diputados y tras su pase por el Senado quedará aprobada esta nueva ley que se resume en:

            Una reforma orientada por su ideología nacionalista (española) y centralizadora, por su confesionalidad con la Iglesia Católica y por sus intereses de clase (clase hegemónica burguesa).

            Una reforma que pretende seleccionar y prescindir de cierto alumnado con revalidas. Una reforma que establecerá diversos itinerarios dirigiendo al alumnado procedente de clases altas a la universidad y al de clase obrera a la Formación Profesional. Una reforma que prioriza conocimientos instrumentales y técnicos aprovechables por las empresas frente a las disciplinas humanísticas.  Una reforma centralista que pretende uniformizar los conocimientos y materias en todo el territorio aumentando las materias comunes, impartidas en castellano y en detrimento de las lenguas co-oficiales.

lunes, 16 de septiembre de 2013

UNA MAYORÍA SILENCIOSA


No es la primera vez que desde el gobierno aluden a una gran mayoría silenciosa. Lo ha hecho esta semana la portavoz del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría tras la gran manifestación de voluntad independentista llamada Via Catalana y lo hizo hace un año el Presidente Mariano Rajoy, desde Nueva York y con un purazo en la boca. Una mayoría silenciosa que tiene derecho a que velemos por sus libertades y también por sus opiniones, según afirma Sáenz de Santamaría. Aunque, obviamente, la determinación de sus opiniones es bastante difícil puesto en silencio las opiniones no se expresa; en cuánto a sus libertades las mismas que las de quienes sí se manifiestan.


            Por supuesto, siempre habrá más personas que en un determinado momento y lugar no se manifiesten por razones al menos físicas, pero considerar que una determinada postura política no tiene más adeptos que quienes expresamente lo manifiestan con una firma o una presencia física es una burda ocultación de la realidad. Casi tan burda como pretender que quienes no se manifiestan, esa mayoría silenciosa, respalda al Gobierno.


            La Via Catalana ha sacado a la calle a 1,6 millones de personas, quizá no tantos; muchísimas en cualquier caso en contra han salido unas 200 congregadas en un mitin por Alicia Sánchez Camacho y una docena de ultraderechistas que asaltaron una librería en Madrid en la que se estaba desarrollando un acto por la soberanía de Catalunya. Ese es el rechazo expreso al independentismo catalán. Las mayorías silenciosas, mientras lo son, ni apoyan ni rechazan nada. Por mucho que Soraya Sáenz de Santamaría se esfuerce en hacernos creer que ella es la voz de los sin voz.

lunes, 22 de julio de 2013

Tormenta de verano


Ayer hizo calor, mucho calor. A media tarde, mientras volvía a casa en bici, el sol caía con fuerza, casi con tanta fuerza como de la lluvia que caería tres horas más tarde.

A las ocho de la tarde se levantó una ventolera considerable, parecía que los toldos de las ventanas iban a salir volando como la cometa de un niño al que se le hubiera escapado el hilo. Cinco minutos después el viento dejó paso a los truenos y, en seguida, empezó a llover. Empezaron a caer unos cuantos goterones, despacio, como esperando a que la gente se refugiara; al poco la lluvia arreció. Se levantó ese agradable olor de las tormentas de verano, luego granizó, no mucho, bolas chiquitinas, como perlas de un collar que se rompiera; más truenos y riachuelos de agua recorriendo las calles hasta desembocar en el sumidero más cercano.

Ayer llovió cuánto quiso. No fue mucho, apenas media hora, lo suficiente para refrescar el ambiente y aliviarnos del calor. Ayer llovió cómo quiso. En todas las direcciones, se me mojaron los cristales de todas las ventanas, los del patio, los de la fachada, los del lateral.

Fue una hermosa tormenta. Los coches dejaron de circular y yo interrumpí mi lectura para ver llover. Fue el mejor acontecimiento del día. Digno de interrumpir una lectura y de hacer una breve reseña escrita.

jueves, 2 de mayo de 2013

Morir en el tajo


Más de cuatrocientas trabajadoras muertas en el derrumbe de un edificio de talleres textiles en Bangladesh. Escribo trabajadoras porque principalmente son mujeres las que trabajan en esta actividad y en estas condiciones.


Las cifras de muertos no conmueven en función de su magnitud sino en función inversamente proporcional a la distancia en que se produzcan de nuestras casas. Bangladesh queda muy lejos y la noticia apenas ha tenido transcendencia en los medios de comunicación occidentales. Sin embargo, tenemos una relación muy directa con Bangladesh, basta con revisar nuestros roperos para percatarnos de que no pocas prendas vienen de aquel país. Ropa barata unas veces y cara otras, pero siempre fabricada en condiciones infrahumanas. Hacinamiento, jornadas extenuantes y coacciones al sindicalismo. En Bangladesh es una democracia parlamentaria, pero podría estar gobernado por una Junta Militar, como hasta antes de ayer en Myanmar. Los capitalistas occidentales no tienen escrúpulos. Allí se produce barato y, en un mundo globalizado y sin aranceles, aquí se puede vender con gran beneficio. No hay ni que pagar impuestos, basta con interponer una sociedad pantalla domiciliada en un paraíso fiscal para no pagar apenas en origen ni en destino.


Ahora, con los muertos (con las muertas), todavía calientes dicen que revisarán las condiciones de vida y de trabajo de estas personas (de estas ya no). Pero aquí deberíamos tomar medidas, como individuos, como personas y consumir responsablemente: no mirar en la etiqueta el precio de una prenda sino el país de origen; y no comprar nada fabricado a miles de kilómetros, fabricado en condiciones de semi esclavitud y con una importante huella ecológica en forma de emisiones contaminantes con efecto invernadero durante su transporte. A la clase trabajadora en occidente llevan años reduciéndonos el salario real, pero no nos damos cuenta porque nos sigue llegando para comprar ropa cada temporada. Ropa fabricada en régimen de semi esclavitud. No sé si queda alguna fábrica textil en nuestro país o sólo importadores, pero en nuestra mano está combatir esta situación podemos no comprar ropa de importación. Podemos buscar ropa fabricada en nuestro país. Podemos, incluso, hacernos nuestra propia ropa. Recuerdo que de niño mi madre me hacía los jerseys. Íbamos a la tienda de lanas y elegíamos la lana, el color, el punto… nadie te marcaba la moda. Había pantaloneras, había camiseras. Todavía podemos quedan madres que saben hacer punto e hijos que podemos aprender a hacerlo. Y se pueden hacer pequeños talleres, casi artesanos, sin apenas inversión. ¿Qué preferimos que Amancio Ortega sea el tercer hombre más rico del mundo?
 

Esta vez ha sido una fábrica textil, pero podría haber sido de calzado, de balones o de conservas de atún en Ecuador, de piña de Costa Rica o de cualquier producto de alimentación porque ya no producimos casi nada. Hemos perdido nuestra soberanía alimentaria. No producimos ni un 5% de lo que comemos, ni de lo que vestimos, ni los juguetes que compramos a nuestras hijas e hijos, ni… Nos creemos ricos porque tenemos acceso a cierto nivel de consumo pero no hacemos sino contribuir, como consumidores, a la explotación de trabajadores y trabajadoras de lejanos países por capitalistas que, ¡valiente satisfacción!, son compatriotas nuestros. ¿Qué diferencia hay entre Astore, Quechua, Ternua, Adidas o Nike? ¿Cuál entre El Corte Inglés, Inditex, Primark o Carrefour?
           

Dejemos de importar, dejemos de comprar lo que han importado para nosotros, que se les quede en sus anaqueles. Que nadie piense que así condenamos a esos pueblos. Esos pueblos no viven de nuestras migajas; mueren, por nuestras migajas. Hace ya decenas de años que fueron arruinados los pueblos a los que se impuso un monocultivo, da igual plátano, cacao, café, o ropa. Toda la producción se exporta, barata y no pueden comprar  lo que necesitan para vivir, que es todo lo demás pues sólo producen plátanos, café o cacao y con eso nadie se viste y quienes confeccionan ropa no pueden comérsela.
 
Que la muerte de estas trabajadoras, en vísperas del día internacional de las y los trabajadores, sirva para que dejemos de comprar su ropa. Será el mejor tributo que podamos ofrecerles.

lunes, 22 de abril de 2013

LEVIATÁN


            Esta mañana he escuchado una reflexión de Iñaki Gabilondo sobre las diferencias entre la reacción de EE.UU. y España en relación al terrorismo. Según parece han surgido comparaciones entre la reacción de la ciudadanía estadounidense ante la clausura de una ciudad para dar caza a un terrorista tal y como se ha hecho en EE.UU. y el hipotético rechazo que en España hubiera generado una situación similar. Iñaki Gabilondo, desde su pretendida autoridad moral y competencia profesional, lo lamenta, como lamenta que a dos funcionarios de policía “que se han pasado la vida luchando contra el terrorismo” se les impute por colaboración con banda armada. Que sucediera eso en EE.UU. también le parece inimaginable y marca las diferencias entre un país y otro.
     
            Yo, por mi parte, creo que nada tenemos que aprender del “país de las libertades y de la democracia”. El estado de derecho supone que hay un ordenamiento jurídico al que están sujetos no sólo la ciudadanía sino también las autoridades. Las garantías del ciudadano ante la ley (penal) empiezan por la presunción de inocencia, el derecho a un juicio justo, sin dilaciones indebidas, por el juez natural (vamos, nada de tribunales políticos como la Audiencia Nacional) y el derecho de asistencia letrada, por un abogado de oficio si el detenido no designa uno y a justicia gratuita si no dispone de medios.

            Ayer mismo oí en las noticias como, con total naturalidad, se decía que el detenido (por el atentado de Boston) “no tendrá derecho de defensa por ser un caso de seguridad nacional”… por cierto, qué juez decide qué o quién afecta a la seguridad nacional y por tanto se juzgará sin derecho a la defensa, ¡ah! que no lo decide ningún juez, que es la propia administración quién lo decide; la misma que detiene e interroga, la misma que acusa. No parece que le vaya a resultar muy difícil el caso al fiscal. Cierto es que esto (dejar sin derecho de defensa a un detenido) es perfectamente coherente con perseguir y asesinar disidentes y/o “enemigos” de la nacionalidad que sean, en cualquier parte del mundo, pero eso no quita para que nos escandalicemos y denunciemos públicamente la hipocresía del país que se dedica a “exportar la democracia” por todo el mundo.

            En ocasiones se han anulado condenas por haber recaído en juicios sin las debidas garantías procesales. El riesgo de que alguien sea juzgado en esas circunstancias es uno de los criterios comúnmente admitidos para considerar antidemocrático un determinado régimen.  Aunque ese criterio no parece regir para EE.UU. El país que se presenta como modelo del liberalismo y del respeto al individuo se está revelando como el auténtico Leviatán que todo lo puede, y lo puede por encima de las personas y de las instituciones y de los principios.

 

martes, 9 de abril de 2013

Barkos vs Barcina


            Ayer me desayuné con un notición que Diario de Navarra colocó en su portada. Afirmaba el rotativo que la diputada Barkos pidió en el Parlamento español una subvención de 150.000 euros para una empresa de la que es accionista. Feo, feo, suena muy feo. Paso al cuerpo de la noticia y se me salta la risa. Uxue Barkos aportó 1.200 euros a Euskalherria Irratia.

            Esta emisora de radio, la única en euskera de toda Iruñerria, lleva treinta años funcionando sin ninguna subvención. Se le ha negado repetidamente la licencia en diversos concursos más que cuestionados tanto en la redacción de las bases y baremo como en la aplicación del mismo y la resolución.

            Evidentemente Euskalherria Irratia no es una empresa que reparta dividendos entre sus “accionistas”. Esa compra de acciones más bien parece una aportación a fondo perdido, una cotización como las que se hacen a cualquier asociación, sindicato u ONG, para posibilitar su funcionamiento. Euskal Herria Irratia es más ONG que cualquier ONG ya que no recibe subvenciones públicas y muchísimas ONG sí (de diferente cuantía, claro, depende de cuán cercanas estén al gobierno: FAES, Fundación Ideas...)

            Diario de Navarra ha hecho un perfecto ridículo en su afán por proteger a la Presidenta del Gobierno, Yolanda Barcina, que no ha sido imputada en el caso de la dietas de la CAN por ser aforada. Este sí es un escándalo mayúsculo. El pasado sábado miles de personas nos manifestamos por las calles de Iruñea pidiendo su dimisión. Yolanda Barcina, siendo miembro del Consejo de Administración de CAN, de la Junta de Entidades Fundadoras de CAN y de la quasi clandestina Comisión Permanente de la CAN (órgano desconocido en el Consejo de Administración de la CAN y que sólo contaba con cuatro miembros que cobraban del orden de 6.000 euros por sesión en concepto de dietas). Yolanda Barcina se subió el sueldo de Presidenta del Gobierno un 33% cuando decidieron eliminar la Comisión Permanente de la CAN y en consecuencia sus dietas, semanas después de haber saltado el escándalo a la prensa; este episodio coincidió con una congelación salarial del funcionariado, después llegó la supresión de la paga de Navidad. Yolanda Barcina, tras cesar como alcaldesa y ser elegida parlamentaria pidió reincorporarse a su plaza de funcionaria en la Universidad Pública de Navarra para cobrar durante el tiempo que transcurrió entre el cese de alcaldesa y la toma de posesión en el nuevo cargo (algo más de dos semanas, en verano, cuando ni siquiera iba a tener que pisar el centro).

            Yolanda Barcina, la amiga de las fotos, la inauguradora de todo lo construido y por construir, lleva una semana (la que ha pasado desde la imputación de sus compañeros de órgano asesor, supervisor o como quiera que lo denominaran en sus, también desconocidos estatutos, de la CAN) escondida, y varios meses desaparecida en su acción de gobierno que se limita a aprobar decretos preparados por los titulares de los diversos Departamentos con la esperanza de salvar su imagen aunque sea a costa de estos. Ahora, Diario de Navarra se apresta a echarle un capote insinuando comportamientos irregulares en la oposición, pero la gente tiene esta pendiente del futuro inmediato de los dirigentes de su partido favorito, UPN.

martes, 19 de marzo de 2013

Ardor guerrero

            Acabo de ver el vídeo que muestra a tres soldados españoles pateando a un detenido iraquí en Diwaniya difundido el periódico El País. He estado dos días resistiéndome a verlo. Sabía lo que contenía. El abuso, la violencia gratuita y la ocupación militar me encogen el estómago y me producen nauseas.

            Durante años hemos oído, no sólo a los responsables gubernamentales, también a los mass-media, alabar a “nuestras fuerzas militares en misión de paz”. Recientemente se han cumplido veinticinco años de “misiones de paz del ejército español”. También hemos podido ver anuncios de televisión en los que te proponen aprender un oficio, estar en contacto con la naturaleza y contribuir a la paz mundial y la generalización de los derechos humanos… con un fúsil en las manos.

            En Navidad las cadenas de radio hacen su pequeña contribución, conectan con alguna base española en el extranjero, entrevistan al comandante en jefe, dan recuerdos para la tropa de parte de “todos los españoles”…

            Decía que sabía lo que contenía el vídeo antes de verlo. Creo que para nadie puede ser una sorpresa. La sorpresa puede ser que exista (el vídeo), que se haga público; los malos tratos y la tortura los damos por supuestos. Es como el valor, al soldado se le presupone.

            Por supuesto, dicen: “se investigará”, pero también: “hay que comprobar la autenticidad de la grabación”. No creo que se juzgue, si se llega a juzgar no creo que se condene y si se condena no confío en que se cumpla la condena, para eso están los indultos.
             Un responsable militar se vanagloriaba hace poco de que las tropas españolas eran las únicas del mundo que no contaban con denuncias por abusos, maltratos, torturas… ¡vana gloria! Gloria efímera, asentada en el hecho de que aún no se había difundido la vergonzante realidad. ¿Quién podía pensar que las tropas españolas fueran mejores, más humanas que las de cualquier otro país?

            Vuelvo al vídeo. Parece ser que es de hace diez años. ¿Qué quieren decir con eso, que desde hace diez años ya no actúan así? O tal vez que llevan diez años haciéndolo impunemente. Ya se ha hablado de prescripción. ¿Dónde están ahora esos soldados? ¿Seguirán en el ejército? Tal vez, hayan hecho carrera o estén en la reserva. Puede que sean ejemplares “padres de familia” y ese grado de violencia sólo lo empleen en el “trabajo”. Dicen que existía un manual titulado: “Procedimiento de detención y actuación con el personal detenido” en el que expresamente se indicaba que durante y después de la detención se emplearía la violencia mínima imprescindible. No esperaba que dijera lo contrario. Supongo que hay unos procedimientos escritos y otros que no lo están o tal vez sea que en los manuales del(os) ejército(s) una cosa es la letra y otra el espíritu de la misma. El destinatario de dichos manuales sin duda sabe qué significa “la violencia mínima imprescindible” o “respetando en todo momento los derechos del detenido”.

lunes, 18 de febrero de 2013

BANKINTER ROBA A SUS NO-CLIENTES

            Robar, robar… Bankinter probablemente diga que si no hay fuerza en las cosas o violencia en las personas no es un robo. Vale, de acuerdo lo que hace Bankinter no se ajusta al tipo penal de robo, quizá sea más correcto decir que sisa. Bankinter sisa a sus no-clientes. En cualquier caso, para el común de los mortales sisar viene a ser lo mismo que robar.

            El caso es que tu vas a una sucursal de Bankinter para hacer un ingreso en la cuenta corriente de alguien que te ha hecho un trabajo y, por no ser cliente de ellos te cobran una comisión. Pequeñita, pero te la cobran. Por la cara, by the face. POR PONER DINERO A SU DISPOSICIÓN; que, como dijo el ínclito ministro: “manda huevos”.

            Se supone que el negocio bancario consiste en negociar con el dinero que tu depositas a cambio de casi nada, a cambio de su custodia, porque intereses en cuenta corriente… Si tu no depositas dinero o ellos no tienen con que negociar, pero lejos de agradecerte que les deposites tu dinero cuando un tercero ingresa dinero en tu cuenta, dinero con el que van a negociar te cobran un interés. Bueno pues esto lo hacen sistemáticamente. Es la técnica del delito en masa, una estafa a gran escala. A cada particular se le “sisa” una pequeña cantidad que por sí sola no constituye delito pero al hacerse contra millones de personas produce pingües beneficios.

            Entonces, ¿es delito o no? Bueno, pues probablemente no, porque el regulador bancario es el Banco de España y este les permite hacer todo lo que quieren y como quieren. Ahí están todos los casos de entidades financieras descapitalizadas en que sus directivos han cobrado sueldos e indemnizaciones por cese escandalosos, los productos de ingeniería financiera que han colocado de cualquier manera a cualquier cliente y el rescate bancario que el Gobierno ha pagado con NUESTRO DINERO.

            En fin, que si tenemos que esperar que el poder (político) proteja a las personas de los abusos de las grandes empresas y particularmente de los bancos… Sin embargo algo si que podemos hacer. Ahora que tanto se habla del poder que como personas usuarias de servicios tenemos, quizá deberíamos plantearnos dejar de usar sus “servicios” dejar de ser sus clientes, sacar nuestros magros ahorros de sus cajas. Prescindir de ellos, cobrar y pagar en mano. ¿Hay alguna ley que me obligue a domiciliar la nómina?, ¿y a tener una cuenta corriente para que me carguen el importe de la luz o el gas? Bueno pues quizá deberíamos planteárnoslo. Cuando llegué fin de mes que el contable me pague en mano, ya le firmaré el recibo o nómina. Y cuando la compañía distribuidora haya hecho la lectura de mi consumo que envíen una persona a mi casa y ya le pagaré en mano. Por cierto, que esto crearía un montón de empleos.

martes, 12 de febrero de 2013

Rosell, Fernández, Adelson...

            Una vez más la patronal española se retrata. El ex presidente Diaz Ferrán, imputado por diversos delitos societarios y fiscales, hizo bueno a su predecesor José María Cuevas, a quien por cierto no se le conoció otra actividad profesional o empresarial que la presidencia de la CEOE.

            Ahora, su sucesor Joan Rosell se permite descalificar al Instituto Nacional de Estadística (INE) por los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que todo el mundo menos él considera más fiable que el registro del Instituto Nacional de Empleo (INEM). Desprecia al funcionariado a quienes prefiere subsidiados en casa que en sus oficinas “gastando papel y teléfono”. Puestos a subsidiar, yo preferiría emplear en subsidios el dinero que se entrega a las empresas y el que no se cobra por deducciones y desgravaciones a las mismas. Y pagar a la gente que ahora emplean sólo para poder cobrar todas esas ayudas y que les permite tener personas trabajando por casi nada. Personas empleadas por empresas privadas y pagadas por fondos públicos.

            Estaba pensando en la catadura moral de un tipo que se permite sugerir la implantación de “minijobs” (trabajar poco, a deshoras y por casi nada) ahora que ya tienen períodos de prueba de un año para poder despedir gratis total; cuando oigo que el vicepresidente de la CEOE, la organización que preside Joan Rosell y que se financia casi exclusivamente de los Presupuestos Generales del Estado, Arturo Fernández paga sistemáticamente parte del salario a su personal en “B”, en “negro”, fuera de nómina, sin declarar, sin retener para IRPF ni cotizar para la Seguridad Social. Y no crean ustedes que el susodicho se avergüenza, no. Primero, se desentiende: “si hay alguna irregularidad, que no la conozco,…”, luego insinúa algo así como un complot y finalmente considera que es algo de menor importancia y que se ha hecho siempre.

            Luego dicen que si la marca España, que si atraer inversores… En un país en que el rey hace negocios personales y se “deja regalar” cacerías, yates o lo que caiga por cualquier que pueda pagarlos y su yerno está imputado por diversos delitos tales como estafa o tráfico de influencias, en un país en que el gobierno, o la cúpula dirigente del partido que lo sustenta cobra sobresueldos, en un país en que el legislativo está controlado por el ejecutivo y neutralizado por el bipartidismo, en un país en que no hay separación de poderes y el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional están sometidos al ejecutivo y al legislativo; en un país en que el cuarto poder no es cuarto poder sino instrumento del Poder y la libertad de expresión se confunde con libertad de prensa y esta con la de libre empresa (editorial o de comunicación). En un país con una patronal como la descrita no hay marca que “vender” y los inversores que puedan sentirse atraídos sólo pueden ser unos Adelson cualesquiera.

martes, 22 de enero de 2013

corruPPción

            De nuevo la sombra de la corrupción acecha al PP. Según parece, Luis Bárcenas, tesorero del PP hasta su imputación en la trama Gürtel y desde los tiempos de Naseiro (ya saben aquel tesorero del PP que, allá por 1990, fue absuelto en una trama de financiación ilegal del PP porque las escuchas telefónicas a uno de los implicados fueron declaradas ilegales) ha tenido en Suiza hasta 22 millones de euros, que son un pastizal.

            El PP rápidamente nos ha recordado que Luis Bárcenas ya no es ni tesorero ni senador de ese partido. ¡Cómo si los 22 millones los hubiera acumulado tras su baja en el PP! Pero al día siguiente sale la noticia de que pese a no ser (ya) afiliado al PP conserva despacho y documentación en su sede central. Y a continuación se publica que altos dirigentes del PP recibían sobresueldos de Luis Bárcenas, por otro nombre conocido como Luis “el cabrón”.

            Ante semejante imputación el PP tiene que actuar y actúa. En primer lugar anuncia “tolerancia cero”, y a continuación proponen al “otro gran partido”, al PSOE un pacto contra la corrupción. Ya me imagino en qué términos: “Oye, tu no me metes el dedo en el ojo y yo no digo nada de lo tuyo, ¿vale?”. Vamos, lo que viene llamándose un pacto de no agresión. Y ya para cerrar el asunto dicen que van a hacer dos auditorias, una primera interna (desde la creación del partido) y otra externa. Y tienen la cara de decírnoslo. Primero revisamos las cuentas y apañamos lo que esté sin apañar y luego ya contratamos a unos auditores para que digan públicamente que todo está bien.

            Con esto pretenden hacer como que todo está bien y que la gente haga como que se lo cree. En realidad nada está bien y tampoco nos lo creemos. El problema de la corrupción no sólo es lo que está mal y lo difícil que es probar en juicio que lo está, el problema es que incluso cosas que están mal son legales. Y para muestra un botón: FAES, la fundación que preside el expresidente del Gobierno y del PP José María Aznar, se lleva subvenciones públicas por un importe de  529.849 euros (algo más de la mitad de las subvenciones del Gobierno a los partidos para cooperación). No, el problema no es que sea más de la mitad, el problema es que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha subvencionado con cerca de 900.000 euros a las fundaciones de los partidos políticos, cuando todos sabemos y hacemos como que no lo sabemos que son una forma de financiación de los partidos políticos.