jueves, 17 de noviembre de 2011

GOLPE DE ESTADO

            Eso y no otra cosa es lo que se ha tenido lugar la semana pasada en Italia y en Grecia. Dos golpes de estado simultáneos. Incruentos, eso sí, pero golpes de estado. Aunque ya hace años que se acuñó el concepto de golpe de mercado para referirse a un cambio institucional irregular, causado por la presión de los agentes económicos, prefiero mantener el genérico golpe de estado para resaltar el carácter absolutamente antidemocrático de la operación; carácter que para los neófitos podría pasar desapercibido calificándola de golpe de mercado.
            Como si de una boda o un bautizo en el seno de un grupo mafioso se tratara; con padrinos, invitados y unos protagonistas que lo son porque la ceremonia se celebra en torno suyo, no porque tengan nada que decidir, han sustituido los gobiernos de Italia y de Grecia tal que si renovaran unos votos de pertenencia y fidelidad, sobre todo fidelidad, a ese selecto club en el que la jerarquía es difusa a la vez que firme y la soberanía reside en uno o dos padrinos que se mantienen ocultos pero activos.
            Francia y Alemania han estado durante meses decidiendo lo que Grecia debía hacer para que sus bancos puedan seguir cobrando los préstamos (el principal y los intereses) que hicieron a los distintos gobiernos griegos durante lustros, sin importarles ni los desequilibrios estructurales ni mucho menos las consecuencias sociales de las medidas que imponen, hasta que el pobre Yorgos Papandreu sufrió un ataque de “democratitis” y amenazó con convocar un referéndum sobre los últimos ajustes exigidos por Francia y especialmente Alemania; auténtica “capo di tutti capi”. Naturalmente decidieron sustituir al “bueno” de Papandreu ya que con tal afección no es posible seguir ejerciendo funciones de correo o recaudador. Y como quiera que ya estaban emergiendo los problemas de otro socio, Italia, decidieron hacer un dos por uno. Dos cambios de gobierno en diez días. Sin elecciones, con supervisión internacional o más bien debería decir nombramiento. El economista Mario Monti. Ex comisario europeo, formará un gobierno de tecnócratas para Italia. Otro economista, ex vicepresidente del BCE, Lucas Papademos se hará cargo de Grecia. Como si de una gran multinacional se tratara en el que el Consejo de Administración nombra gerente para mejorar las cuentas de la compañía en tal o cual región del mundo. Por supuesto los respectivos parlamentos de Grecia e Italia harán la ficción de votarlos.
            Conforme se prolonga la crisis económica y sin quitarse la palabra democracia de la boca, van surgiendo resortes y actuaciones totalitarias para consolidar un sistema económico, el capitalismo, cuya injusticia e ineficiencia se ha evidenciado. Sinceramente, creo que en un futuro no muy lejano, podemos ver como se recurre a medios más expeditivos (policía, ejército…) para controlar a una población, que está pasado de la explotación a la exclusión.


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