sábado, 31 de marzo de 2012

DEFRAUDE USTED

Eso parece decir Rajoy con su última ocurrencia. Al día siguiente de haber visto a toda la clase obrera en huelga general contra su reforma laboral, Rajoy hace públicos unos presupuestos generales en los que además de nuevos recortes sociales y en el gasto público presenta una amnistía fiscal.
Es sabido que la magnitud del fraude fiscal es escandalosa. Que los profesionales liberales declaran la mitad de ingresos que los asalariados, y los empresarios la mitad que aquellos. Que ya, la cuantía de los impuestos indirectos ha superado a la de los directos. Que la participación del empresariado en el PIB ha superado, por primera vez en la historia, a la de la clase trabajadora (a pesar de que, obviamente, son muchísimo menos).
Ahora el Gobierno, en contra de la opinión del propio cuerpo de inspectores fiscales, renuncia ha perseguir a los defraudadores (delincuentes, por la cuantía, en ocasiones) y les permitirá regularizar su situación pagando un 10% de los capitales que hagan aflorar.
Y esto después de los repetidos rescates bancarios. Después de que hace unos meses nos subieran el IVA, impuesto indirecto que graba por igual a todas las personas, independientemente de su nivel económico, y después de que hace unas semanas nos subieran el IRPF a todos los trabajadores, pero los defraudadores no pagan IRPF…
¿Cómo se explica todo esto? Pues es sencillo. Es simplemente lucha de clases. Una genuina manifestación de la lucha de clases en la que la clase hegemónica lleva la iniciativa desde el comienzo de la actual crisis económica.  
Defraude usted, es el mensaje implícito de la amnistía fiscal. Un mensaje que, claro está, no va dirigido a todo el mundo (sino de que vivirían ellos y todos sus asesores de “libre designación”). Ya se sabe como piensa esta gente, lo que es de todos no es de nadie por tanto: quien roba a la nación tiene cien años de perdón.

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