viernes, 3 de febrero de 2012

LA INTOXICACIÓN PERMANENTE

            Esta mañana en el programa Hoy por hoy, de la Cadena Ser, había una tertulia de actualidad, de esas que proliferan por todas las radios y televisiones. Hablaban, cómo no, de la crisis, del paro, de la reforma financiera. Como digo las tertulias proliferan, te acosan, mueves el dial y aparece otra. Son parecidas, dicen lo mismo, a menudo intervienen las mismas personas en distintos programas o son habituales de uno mismo. Así que no prestas mucha atención. Son tertulias que más que escucharlas las oyes, como ruido de fondo. Pero está mañana una tertuliana (no he podido enterarme de su nombre), en un momento dado, hace dos aseveraciones que no puede dejar de considerar falaces y malintencionadas.
            Por una parte en relación con el paro y la bajada de cotizantes a la Seguridad Social, que es preocupante, afirma que hay sólo dos personas “entre los cuales me incluyo” para mantener a cada una de clases pasivas “pensionistas, funcionarios…” Independiente de cual sea la proporción en estos momentos, lo que no se puede hacer es incluir a los funcionarios como clases pasivas, como si no trabajaran, como si no cotizaran a la Seguridad Social. Señora mía, los funcionarios no son clases pasivas cobran su salario y cotizan a la Seguridad Social. Y usted lo sabe.
            La otra cuestión estaba relacionada con la “necesaria reforma del sistema financiero”, la previsible reducción del número de entidades (fusiones y absorciones) que se están llevando a cabo y sobre todo las que vendrán, que traerán consigo una reducción de personal en el sector. Del orden de 40 ó 50.000 personas en todo el estado. Alguien plantea “y ¿nos lo podemos permitir?, tal y como está las cifras del paro ¿podemos mandar al paro a otras 50.000 personas?” y la respuesta es que lo que no podemos permitirnos es mantenerlos en sus puestos. Vamos a ver, ¿es que los empleos en la banca están subvencionados para decir que los mantenemos entre todos? Me parece a mí que un trabajador cobra su salario porque se lo gana, porque produce para su empresa y esta obtiene una rentabilidad y desde luego mientras esta tenga beneficios, y el sector bancario los tiene, no se puede pensar que ese trabajador sea una carga para la misma. Pretender que sobran 50.000 empleados en el sector supone que creer que se puede ser mucho más eficiente y tener si no el mismo volumen de negocio, algo menos pero con mayor beneficio en base a una reducción de gastos fijos. Si esto fuera así, los bancos podrían aumentar beneficios, pero desde luego sería entonces, y no ahora, cuando de alguna manera podríamos hablar de que el país está manteniendo a todas esas personas. Otras 50.000 cobrando del INEM y no de las empresas a las que hasta el día anterior han estado haciendo ganar dinero. Vamos que esta señora considera más gravoso que a esas 50.000 personas les paguen sus empresas a que lo haga el INEM.
            Así es como, día a día, la gente va asimilando que los funcionarios son una carga para el estado y, en última instancia, para todos y cada uno de nosotros y nosotras, Y como la gente va asumiendo la necesidad de una reforma financiera que haga más fuerte a los bancos y que pagamos todos con ayudas públicas.

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